Hacía tiempo que el primer libro de la saga más famosa de Douglas Adams reposaba en las confusas estanterías de mi pila de lectura. Tanto es así, que lo encontré por casualidad en el Kindle que me ha dejado mi primo —ya, ya, me tengo que comprar uno— para poder leer libros que solo están en formato digital.

Aunque no partía en las apuestas como uno de los libros principales para leer este año, verlo en el listado —y leer el primer capítulo— generó en mi un sentimiento que no podía obviar.

Expectativas.

Se ha escrito mucho sobre este libro. Además, hoy en día, cuando la distopía ocupa los puestos más altos en el escalafón del hype, se habla aún más.

Aparece en la gran mayoría de los tops históricos de ciencia ficción, tiene una película —que no me gustó especialmente—, una legión de fans y un montón de gente que ha intentado copiar su estilo y forma de narrar. Supongo que con resultados diversos —aunque me atrevo decir que más malos que buenos.

Historia.

Me gustan este tipo de historias. Sin mucho sentido —lo absurdo ocupa la novela casi en cada palabra—, pero que tiene un poso de moraleja, de argumento oculto que se va deshojando como una cebolla. Muy al estilo Pratchett.

Y me gusta que la historia fluya, sin detenerse demasiado en los aspectos mas científicos —que los hay y bastante bien trabajados pese a lo absurdo— y lanzándote a una acción rápida que va desmenuzando la trama poco a poco.

Personajes.

Lo mejor de la novela, para mi gusto. Están todos los estereotipos, pero al revés o mezclados de formas absurdas. Y eso le da una frescura a la novela que es de agradecer. La forma con la que Adams juega con sus personajes, descubriéndolos poco a poco y haciendo que descubran la galaxia conforme se va avanzando en la trama, me parece magistral.

Es bastante probable que Arthur Dent se convierta en uno de mis personajes favoritos en un futuro —recordándome por momentos al mítico Rincewind.

Narrativa y estilo.

Es rápido, es ágil y es absurdo. Muy absurdo.

Es probable que algunos lectores se sientan decepcionados por la cantidad de sucesos inverosímiles que suceden y que son resueltos, de manera igualmente inverosímil, por los protagonistas.

Dicho esto, hay que apuntar que lo que parece un caos literario tiene un estilo tan personal —y cuidado— y esta tan bien llevado que me debo parar un segundo en este punto.

Vivimos un momento en el que la verosimilitud y la seriedad en los argumentos casi son un must en las novelas de ciencia ficción. Escenarios postapocalípticos y distópicos que reflejan —muy a nuestro pesar— la visión que esperamos en un futuro. Es fácil pensar que alguien que escribió una novela tan cómica y absurda, no se tomase la vida muy en serio y, quizá, ni siquiera su propia novela. Pero nada más lejos de la realidad. El retablo galáctico que presenta el autor esta tan bien construido, que la absurdidad y los sucesos locos y extraños parecen ser lo que más encaja. Eso solo lo puede lograr un genio. Tolkien construyó la Tierra Media, G.R.R. Martin construyó Westeros, y Adams ha creado una galaxia loca en la que nada tiene sentido y a la vez es perfecta en ejecución.

Conclusión.

Es un librazo. Cumple con todos los requisitos que debe tener una novela para gustar. Una historia original, un ritmo magnífico, personajes carismáticos y un montón de giros del destino.

Y tiene una característica que me fascina, un humor absurdo y ácido que me apasiona.

Solo puedo ponerle un pero, y es el final, que me ha dejado un poco frío —aún sabiendo que es el primero de una saga—.

Si te apetece relajarte y leer algo diferente y menos serio —más bien nada serio— es una elección fantástica. Si no te gusta el humor absurdo —tipo Pratchett o Monty Phyton—, inténtalo, pero puede que te quede mal sabor de boca, para el resto IMPRESCINDIBLE.

5 comentarios en “Reseña: Guía del autoestopista galáctico

  1. Yo me acerqué a esta historia a través de la película y quiero decir que fue una de las peores que he visto en mi vida. Aunque soy consciente de que, en muchas ocasiones, la peli no hace justicia al libro, creo que lo dejaré pasar igualmente. Pero me alegro de que tú lo hayas disfrutado. Biquiños!

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    1. ¡Hola Cris!

      No puedo llevarte la contraria con respecto a la película, a mi tampoco me gustó.

      Este tipo de libros se disfrutan cuando se tiene una predisposición concreta y aún así puede que no sea de tu agrado al cien por cien. Puede que te guste si te gusta Pratchett, por ejemplo, pero puede que no.
      Por hacer un símil con las películas, me parece que ocurre lo mismo con las de Guy Ritchie, Tim Burton o Woody Allen. Son estilos tan definidos que no hay término medio para ellos: o los odias o te encantan (aunque Woody Allen me confunde a veces).
      Una de las premisas del reto lector era leer un poco de todo y pensé que este libro era una buen opción, aunque después leí Proyecto Marte y aún sigo flotando.

      Muchas gracias por la visita.

      Un beso

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  2. Pingback: Reto lector 2017

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