Hola Tron,

Te estarás preguntando (porque no somos muy de flipar) cómo leches te ha llegado una carta escrita por ti mismo dentro de dos años. Es un tema sobre el tiempo, su condición como dimensión, la presencia de realidades alternativas y otro montón de movidas que tienen que ver muchas con Einstein, pero que incluso hoy no entendemos demasiado. Ya te irás enterando, tampoco te preocupes mucho (hay un tipo que se llama Greg Egan, que habla mucho de estos temas y que me temo que no está muy bien, pero leemos alguna novela suya).

Estamos bien, no es de esas misivas del tipo “vas a morir y te voy avisando para que des una vuelta al mundo”. No. De hecho te estoy escribiendo desde la casa de Alcorcón y estoy viendo la maratón femenina del mundial de atletismo de Londres 2017 (Spolier: gana una africana). Muy nuestro, como ves.

Además, hace un calor de la hostia, para que te percates de que es el mismo mundo y no uno paralelo en el que la temperatura de la meseta en verano está por debajo de veinte grados.

Te escribo porque nos conocemos y estamos en ese punto, que nos lleva ocurriendo recurrentemente cada dos años, en el que nos planteamos un cambio. Te escribo porque esta vez es un poco más gordo y me parecía bien ayudarte (¿ayudarnos?) a reforzar la decisión.

Ahora mismo solo tienes el embrión de una idea, ese tipo de cosas que se implantan en nuestra cabeza y se van haciendo paso poco a poco. Estarás luchando contra ella, porque la responsabilidad, la lealtad y la honradez pueden con nosotros, aunque estemos hasta arriba de todo. Eso no se cuestiona. Pero tarde o temprano el embrión crecerá y tendrá que salir a la luz. Déjale. Ese es mi primer consejo.

Se va a llamar Aesteria. Puedes buscarlo en Google si quieres y con un poco de suerte te llevará a un par de proyectos y casi seguro a alguna historia mitológica. No importa demasiado. Ahora no tienes ni idea, pero Aesteria solo será el motivo de algo que se convierte en algo mucho más serio:

Te vas a querer lanzar a ser escritor.

¡BOOM!

Jajajaja ¿Cómo te quedas?

A ver, seguro que estás pensando que es una de esas bromas que se nos ocurren constantemente (eso no ha cambiado nada, de hecho va a peor: de cada veinte cosas que decimos, diecinueve no valen para absolutamente nada, pero a la gente le hace gracia), pero no, va en serio. Y no está tan mal.

La primera cosa buena es que nuestra familia está acostumbrada a nuestro estilo de vida free y tampoco les va a parecer demasiado mal y, gracias a Dios (o a Cthulhu o a la fuerza mayor que rija el universo) Cristina sigue siendo lo mejor que tenemos (cada día más, hazme caso). Así que eso no es un problema.

¿Te acuerdas del cuaderno ese en el que escribimos el principio de una historia cuando murió el Aita? ¿Esa misma que luego pasamos al ordenador y que de vez en cuando tocábamos? La he buscado pero creo que se perdió en alguna de las mudanzas. Da igual, pero por ahí van los tiros.

Si quieres saber si terminamos el libro, sí, lo terminamos (no te hago spoiler porque vas a pasar una temporada muy buena escribiéndolo).

¿Es bueno? No.

Es como nosotros, mediocre, pero seguro que no te sorprende. Te puedo decir que hemos puesto todo lo que teníamos, pero incluso así, con suerte, llegamos a un seis. Pero tampoco pasa nada. No lo hemos publicado, aunque lo vamos a hacer creo que dentro de poco. Lo vamos a hacer porque se lo debemos al Aita y a todos los que han puesto su confianza en nosotros. Pero no nos va a granjear fama ni dinero —aunque eso siempre nos ha dado igual—.

Más importante que eso es que Aesteria, como te he dicho, solo es el principio. Porque esto es muy grande, enorme, Tron. Pensábamos que era un mundillo super exclusivo, solo para unos pocos. ¡Qué va! Hay muchísimos escritores o bueno, ya sabes como somos en este país, hay muchos que dicen que son escritores (nosotros de momento lo decimos con la boca pequeña), pero eso de dedicarse a escribir no es solo aporrear teclas. Eso te lo regalo como segundo consejo.

Vamos a leer un montón de libros. Muchísimos. ¿Te acuerdas de ese año que leímos 40 libros? Este año vamos por 29 y subiendo. Además leemos muchas más cosas. Estamos todo el día delante del ordenador (también porque los videojuegos no nos abandonan. Nba2k, solo digo eso).

Vamos a tener un blog, pero uno en serio, no los simulacros de otras veces. Uno en el que vamos a volcar parte del proceso que vamos a empezar en unos meses y que se va a convertir en una parte más de nosotros. La culpa es de Pepe (sí, el de la plataforma. Te dejaré que le descubras por ti mismo).

También será idea de él que te hagas una cuenta de Twitter más profesionalizada. Ya, ya, no te mola un pelo el tema redes sociales, pero creéme, no están tan mal. A ver, no me malinterpretes, hay un montón de mierda y tienes que tener un cuidado infinito para no ofender a nadie (y esto se vuelve jodido que te cagas, porque el tema hater se ha puesto muy mainstream, ya te enterarás de lo que significa esto). Pero también vas a conocer a algunas personas, no físicamente (hasta la fecha), pero sí virtualmente y son buena gente (casi todos), tratan de hacerse su pequeño huequito, pero también echan una mano. Es una buena comunidad.

Y vas a escribir más cosas. Muchas más. Eso es lo mejor, que encontramos algo con lo que no nos apetece cambiar a los dos años. No podremos parar de pensar en nuevas historias (de hecho tenemos escrita otra novela y estamos en el inicio de otra. Las dos muy mediocres, pero creo que un poquito mejores). También vas a escribir cosas que no te imaginarías y se va a convertir en una especie de trabajo (remunerado incluso). Es algo que nunca habíamos sentido y está muy bien, de verdad.

Como te decía, al principio del tostón, es que estás al principio de todo esto. Solo vengo a decirte que adelante con ello, que te apoyo (¿nos apoyamos? Joder que raro es esto). Que, a falta de un argumento mejor, es la mejor decisión que vas a tomar en tu vida. Somos más felices ahora que nunca (de esa forma tan plana nuestra), no solo por eso de Aesteria, sino porque ha traído consigo un montón de cambios. Muchos están relacionados con cosas con las que hemos dudado desde siempre y que conseguimos tener casi resueltas mientras te escribo.

No es un camino de rosas, va a haber algún momento duro (quizá no con el libro, que va a ser una buena válvula de escape), pero va a merecer la pena, te lo aseguro. Te vas a levantar todos los días a las siete, no vas a tener vacaciones y vas a pasar más calor que en toda tu vida, pero vale la pena.

(Me he pensado hasta el último momento decirte que nos hemos hecho autónomos, ahora ya te dejo que pienses si es de las diecinueve chorradas o es una de las buenas).

Nos vemos más adelante y nos ponemos al día.

¡Cuídate!

Un abrazo.

PD: Vete dándole una pensada a tu relación con el deporte.

PD2: Empieza a pensar que el tiempo igual no es una línea recta e igual se parece más a un círculo cerrado.

PD3: Nunca dejes de escribir.

2 comentarios en “Carta a mi yo de hace dos años

  1. Hola,

    Qué tendrá el verano que es la estación de los inicios de ideas y de los viajes en el tiempo, sí.
    Ayer mismo escribía algo en esta línea. No una carta a mí mismo hace dos años (aunque llevo dos semanas viajando a mi pasado mentalmente) sino una reflexión sobre el poder del verano (¿vacaciones?) para sembrar semillas de cosas.
    Me guardo esta entrada. Por todas las cartas que yo también me mandé. Y supongo que por las que me quedan por mandar.
    Gracias. ¡Un saludo!

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    1. Hola,

      Supongo que será el calor, que funde las neuronas del pensamiento lógico y deja a las creativas a sus anchas para hacer este tipo de cosas. O quizá los mosquitos que no solo tocan las narices (y hacen fluir la rabia hacia derroteros creativos). No lo sé. Esperaré tu reflexión sobre el verano y su influencia como campo de siembra.

      Muchas gracias a ti por pasarte y comentar.

      Un saludo

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