Reseña: Crónicas del fin (partes I y II)

Hay veces que las sorpresas llegan desde lugares inesperados. Es probable que te huelas algo, pero no por ello dejas de sorprenderte e incluso puede que valores más la capacidad de llevarte a un sitio que no te esperabas.

Puedo decir sin miedo que los dos primeros libros de Crónicas del Fin son un soplo de aire fresco y han conseguido que esté quejándome de no poder viajar en el tiempo para poder ver cuál es el fin real de todo el tinglado.

Expectativas.

En este caso podríamos hablar más de antecedentes, porque el libro me llegó como consecuencia de haber leído el primero (que estuvo gratuito durante tres días) y no había tenido tiempo de mentalizarme de ningún modo.

Siento decir que no había leído nada de Cotrina (grave error visto lo visto), pero sí que soy un seguidor asiduo de Gabriella en su blog y había leído su libro para revisar una novela.
Debo reconocer que admiro de ella ese sentido del humor tan característico y que encuentra la forma de hacerte llegar el mensaje. Pero lo que más me impacta es su capacidad para revelar contenido de manera clarividente y sencilla (no son pocos los post de un gran número de palabras por los que fluyes sin remisión), y una cosa que no es tan habitual como parece: un férreo sentido común.

¿Qué tiene que ver todo esto con Crónicas del Fin?

Seguid leyendo y lo sabréis

Historia.

Sin spoilers.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que una serie inacabada, y por lo tanto no se puede valorar en su totalidad.

Postapocalipsis, fantasía, terror…

Eso es lo que hay dentro de sus páginas, nada que podamos identificar con nuestra realidad cotidiana (salvo los magníficos prólogos) y sin embargo todo encaja. Todo lo que pasa tiene un regusto a » lógico».

Es curioso pensar que un libro de fantasía transmita una sensación de tensión continua. Vas pasando páginas (a la velocidad de la luz que imprime el ritmo de la novela) y parece que todo el argumento va sobre unos raíles invisibles: sin fisuras, sin lagunas del tipo «¿y esto?». Es evidente que según avance la serie, es probable que surjan incógnitas sobre el entramado, pero de momento son preguntas sin respuesta, que se van resolviendo con cuentagotas y a ritmo frenético.

No recuerdo un novela que de menos pistas y que, sin embargo, lo haga de un modo tan atractivo.

Personajes.

¿Qué ha hecho que Aragorn, Kvothe, Darth Vader, Katniss, Jon Nieve, o cualquiera de vuestros personajes favoritos, estén en el altar de personajes definitivos?

Ese aura de «¡Dios, como puedes ser tan guay!» (Ese toque, muy Mulder de Expediente X, de saber que la situación está controlada, por dantesca que sea).

Desde el primer microsegundo notas ese soniquete de «vas a molar y lo sabes, Adra», te llega esa sensación carismática de «Estás en la mierda, Gale, pero te vas a poner mazas y lo sabes también». Y tienen a Winston (que vale para un novela por si mismo).

Y de nuevo solo me puedo quitar el sombrero ante la capacidad de convertir a los personajes en lo que queremos leer, pero poniendo ese granito de arena (en el que creo reconocer a Gabriella) en un mundo donde nada es reconocible ni nada es lo que parece.

Estoy casi seguro de que los actores principales pasaran al olimpo de los personajes venerados de muchos (a mi casi me tienen convertido a su religión).

Estilo y narrativa.

D E M O L E D O R

No hay respiro, no hay tiempo para que hagas conjeturas, no hay tiempo para descansar un segundo y pensar «¿qué está pasando?». Solo puedes seguir, correr (junto a los protagonistas) y esperar el fin.

Lenguaje directo, rápido, sencillo. Descripciones concisas, cuentan lo justo para que quieras seguir y lo mínimo para que tu mente bulla de ira contenida por querer saber más.

Debo decir que he intentado saber quién escribe cada capítulo y no he sido capaz (porque tengo limitaciones, claro). Esos raíles invisibles también guían el estilo, el ritmo y el destino de tu tiempo mientras lees.

Conclusión.

Es casi vergonzoso que puedas hacerte con este par de libros por 3€ (4€ si no has estado rápido en pillar el primero gratuito. ¡Fíjate, te vas a arruinar!).

Da igual el género que te guste. Quizá llegues al final y pienses que todo es demasiado raro. Pero habrás llegado y tendrás la sensación de «quiero saber más». Garantizado.

La mejor lectura del año (aunque acabemos de empezar) y el medidor de hype roza la incandescencia mientras espero la llegada de Testamento.

IMPRESCINDIBLE