Hace unos días que he terminado de leer Mientras Escribo, un libro medio biografía medio ensayo de Stephen King, en el que repasa lo que él reconoce como importante en el oficio de escritor y en el que resume las efemérides importantes que le llevaron a ser el escritor que es hoy.

No voy a hacer un resumen (aunque si haré una breve reseña para el Reto Lector), aunque es un libro que recomiendo sin dudar.

Si mis palabras no te resultan suficientes date un paseo por el blog de Jaume Vicent, Excentrya, donde te desgrana lo mejor del libro del autor americano.

De lo que me gustaría hablar (y reflexionar) es sobre un aspecto que me ha llamado la atención. King nació en 1947, y su infancia y adolescencia transcurrieron entre los años 50 y 60. Con mi edad King se metía en la década de los 80, y esto me hizo preguntarme:

¿Si Stephen King hubiese sido de mi generación (nací en 1981) hubiese tenido ese clavo lleno de rechazos editoriales pegado en la pared?

Antes de que nos volvamos locos, ni pretendo compararme con King (que la gente se viene muy arriba), ni pretendo leer nada entre líneas de lo que dice el autor en su libro. Solo voy a utilizar lo que he leído para plantear un tema que me ronda la cabeza desde hace tiempo.

Mi generación, la de principios de los 80, nació cuando aún solo existía en la tele La 1 y La 2 (aunque antena 3, Tele 5 y el Plus no tardarían en llegar). Es decir, cuando Internet fue de uso común, muchos de nosotros estábamos entrando en la veintena o a punto de llegar. Nuestra adolescencia transcurrió sin WhatsApp, sin Yahoo, ni el chat del IRC (a alguno igual le suena).

200Full Technology

King, generación de nuestros padres, nació sin televisión y fue ya más tarde cuando se integró en su vida de manera cotidiana.

La comparación generación King (generación de mis padres) – generación 80 – generaciones millenials casi surge en cualquier tertulia de bar de este país.

Antes de responder a la primera pregunta, planteo una segunda.

¿Cuánto influye el modo de vida generalizado en las expectativas individuales?

Claro. Habría que hacerse otras preguntas para responder a esto como: qué es un modo de vida generalizado o cómo leches se definen las expectativas individuales. Y por último dónde está la reflexión.

PISTA: Recordad que intentamos dilucidar si un Stephen King de 35 años (o de 25) tendría el mismo clavo de rechazos en la pared.

Lo primero que parece evidente es que la tecnología influye de una manera muy potente en nuestra percepción de la vida y, al parecer, eso tiene influencia directa en lo que esperamos de la vida (esto es una definición sui géneris de expectativa). No es cuestión de demonizar la tecnología, ni de determinar cómo hacemos uso de ella. Es cuestión de poner hechos sobre la mesa.

https://www.youtube.com/watch?v=hER0Qp6QJNU

Un vídeo que puede ayudarnos a definir el contexto.

Ahora puede que algunos nacidos mediados los 90, y que estén leyendo esto, digan “yo no soy así” (eso solo pasa en Estados Unidos). Y yo os creo, de verdad. Por eso el añadido que hago al vídeo (y puedo hablar de ello porque he sido entrevistador de gente de la década de los 90 durante bastante tiempo), es que es cierto que el modo de vida y la tecnología influyen en nosotros, pero la capacidad de manejar el tiempo y los recursos siguen estando en vuestras manos.

Y esto me lleva a una tercera pregunta, un poco más puñetera.

200-2Que mal hablo por Dios, solo podría mejorar poniendo puñeterita.

¿Hasta qué punto somos capaces de enfrentar nuestra capacidad de gestionar el tiempo (y los recursos) con nuestras expectativas?

¿Cómo es posible enfrentar la posibilidad de vender 10000 libros (en un post genial de Ana González Duque, en el blog de David Olier), con la realidad de que convertirse en escritor es algo que no ocurre de la noche a la mañana (en un post no menos genial de Isaac Belmar)?

Supongo que no hay una respuesta única a este tipo de preguntas, salvo si quieres jugártela penetrando en el peligroso mundo cuñado con un infame: “cada uno es como es”.

Se puede responder de mil formas diferentes, aunque puedo intuir una especie de patrón en King, en muchos blogueros a los que tengo el gusto de leer y en las palabras de otras personas de más o menos relevancia.

Respeta el trabajo de otros.

Hace unos días una lectora del blog comentaba que le gustaba ver que había blogs en los que se reseñaba con respeto. Tardé un poco en asimilar el comentario, porque me costaba encontrar una forma de responder que no sonase a “soy la madre Teresa de Calcuta”.

Parece que hoy en día si no eres capaz de coger la obra de alguien y decir que tú lo harías mejor, no estás preparado para el mundo. Y en cierto modo es la realidad. El éxito de gran parte del mundo Youtuber (del que soy asiduo), se basa precisamente en criticar (no siempre de manera constructiva) el trabajo de otros. No hay creación de contenido, hay destrucción.

200wUn hater de esos

Y no digo que haya que respetar para que luego venga fulanito de tal y hable maravillas de mí porque soy muy buen tipo. No.

El respeto tiene un componente que implica reconocer en otras personas, aspectos propios que son mejorables. 

Y parece que eso es de débiles, de inseguros, de poco preparados para comerse el mundo. Y yo digo que cuando tienes la capacidad de respetar el trabajo de otros, empiezas a entender parte de lo que esa persona hace, estás interiorizando algo que por tí mismo no podrías asimilar o aprender.

Sé sincero contigo mismo.

¿No puedes esperar a  ver el nuevo capítulo de Narcos? ¿Te apetece echarte una partidita rápida a League of Legends? ¿No quieres perderte el partido de cinco horas de Nadal contra Federer?

¡Genial!¡Perfecto!¡Maravilloso!

Pero luego no te engañes diciendo que no tienes tiempo, que las ideas no te llegan o que un escritor también tiene que saber desconectar.

No cometas el error de mentirle a la única persona que no va a hacer nada para llevarte la contraria.

No os cuento nada nuevo cuando os digo que escribir tiene sus días de perros. Esos en los que estás cansado, sin ganas y sin ideas por supuesto. Pero ahí es dónde se forja la voluntad de querer hacer algo, en los días malos.

Trata de evadirte de todas las distracciones, de todas las malas influencias que te hacen desviarte del objetivo.

200w-2

Y cuando no puedas conseguirlo, por lo menos no te engañes. Un “Pues sí, me he echado una partidica y me he salido” es bastante más útil que un “bah, hace un montón que no juego”.

No soy el más experto dando consejos en este sentido de la voluntad, pero os dejo un artículo que os dará buenas ideas para no tener al demonio procastinador en vuestros alrededores (os lo cuenta alguien con toneladas de experiencia)

Y por último, y más importante…

Disfruta de lo que haces.

El lunes que me despierte y lo primero que piense es cómo de lejos está el viernes, dejaré de escribir.

Así de simple. He tenido la suerte (yo lo veo siempre como buena, que soy de los del vaso medio lleno), de encontrarme con infinidad de casos como ese. Y yo siempre pensaba “¿Y qué haces aquí?”. Evidentemente, la vida no es tan fácil. Hay hipotecas, hijos, amigos, familia, Lamborghinis que comprar, etc. Pero siempre hay algo que está en nuestras manos para cambiar el sentido de lo que hacemos con nuestras vidas.

Además, si habéis elegido el oficio de escritor,  ya os adelanto que no es un viaje rápido, que no es un viaje plagado de éxitos y, sobre todo, es un viaje en el que hay que trabajar mucho, formarse más y estar preparado para el rechazo. Una y otra vez.

Por eso pienso que un Stephen King de 35 (o 25) años seguiría clavando los rechazos en la pared de su despacho, porque disfruta de lo que hace, independientemente del éxito cosechado (lo deja bastante claro en el libro).

Así que si estáis aquí, respetad el trabajo de los demás, sed sinceros por lo menos con vosotros mismos y disfrutad…

¡Nunca dejéis de escribir!

8 comentarios en “Los peligros de la vida moderna vs ser escritor

  1. Ya veo que te caló fuerte el libro de King, jajaja
    Ya te dije que te cambiaría la perspectiva, es uno de los libros que más han afectado a mi forma de trabajar. Puede que no se meta en cosas técnicas sobre estructuras, personajes y chorradas de esas… pero cada palabra que suelta es una perla que hay que tener en cuenta. Desde luego, pocos saben tanto de escribir como King, las cosas como son.
    Bueno, sobre el tema del artículo, no creo que King de tener nuestra edad fuera lo que es. No hay espacio para un autor como ese ahora mismo, no hay espacio ni existe hueco en el panorama editorial y sobre todo lector para alguien así. Creo que, en primer lugar, alguien con ese talento sería pisoteado o ignorado por sus propios compañeros —es algo que estoy viendo mucho en este mundillo, mucha mamada entre amigotes y luego al que de verdad vale se le ignora, supongo que por envidia o por miedo—. Por otra parte los lectores no están para estas cosas ahora mismo, prefieren otro tipo de escritores y otras historias —y no me refiero solo al terror, que está por los suelos— me refiero a historias complejas.
    En fin, sé que me llevaré alguna hostia que otra por este comentario, pero creo que es la realidad ahora mismo.
    Tampoco nos engañemos, nosotros tenemos parte de responsabilidad, no creo que hoy en día haya nadie con semejante capacidad de trabajo y de aguante. Lo normal es que cada rechazo supongo una patada en el estómago de nuestra autoestima y que vaya ligada a periodos de abandono. Hablo por mí, pero no creo que sea el único.
    En fin, gran artículo, como siempre!

    PD: Por mucho que encanta lo de Vincent, te sobra una N en mi apellido, es valenciano no inglés :p

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    1. ¡Hola Jaume!

      Creo que nos hemos sincronizado para comentar uno el artículo del otro.

      La verdad es que es uno de esos libros que hay que leer con tiento (porque marca y eso es peligrosete).

      Estoy bastante de acuerdo en que un Stephen King de hoy lo tendría jodido (seguramente sería un escritor de culto, signifique lo que signifique). Y está claro que tendría que vivir en el mundo de la redes, aguantar el tirón porque sus libros no son lo más demandado y la competencia (no especialmente leal, como dices y como yo también estoy comprobando), pero creo que ese tipo de perseverancia, al final, sale por algún lado. (Quizá no sería Dios, pero sería algún apóstol).

      No creo que lo que digas sea como para llevarse una hostia (si lo miras con los ojos de verdad, no con el del ombligo). Lo más peligroso de estos libros es que seguro que hay gente que coja algunas partes del libro (muchas de las que compartes en tu artículo) y diga «Joder, si hago las cosas como Stephen King. Me voy a forrar.», y pase por alto aquellas que no le cuadran y no le interesan. Para mí ese es el verdadero peligro de hoy en día, no solo en la escritura, si no en la vida en general.

      Eso de expectativas vs realidad.

      Gracias por pasarte y por los ánimos.

      Un abrazo

      PD: Ya te he cambiado el apellido (más que nada por respeto, porque me gustaba más con N ;P)

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  2. Hola Yon,

    aquí otro al que le marcó el libro de King. Lo leí hace más de un año (al poco de empezar en este mundo) y he de decir que me hizo ver el oficio de escritor de manera distinta.
    En cuanto al tema de las generaciones, yo también soy de la vieja escuela (aunque aún estoy más cerca de los 30 que de los 40), concretamente de EGB y también veo todas esas diferencias. Creo que el principal problema es la gran variedad de ofertas de entretenimiento (y distracción) que tenemos ahora al alcance de las manos (y sin movernos del sofá) y que no tuvimos nosotros y mucho menos nuestros padres. Quizás lo más destacable de estos tiempos es la inmediatez, lo queremos todo para ayer, videos cortos, conexiones rápidas, el pedido de amazon para ya… y escribir (y leer) son procesos lentos que requieren de nuestra total concentración.
    Mi intención hoy era seguir con la novela en la que estoy enfrascado y al final he acabado aquí (por entretenimiento, no distracción ;)). Llevo toda la semana pensando en lo que tengo que escribir, desarrollando cada ensena en mi cabeza y disfrutando de ello como si ya estuviera escrito, pero hasta ahora no me había puesto a ello (y aún no me he puesto). Ahora toca lo difícil, lo que cuesta empezar, pero creo que por fin he sacado tiempo para empezar de una vez… espero.

    Buen artículo y todavía sigo sorprendido (y algo envidioso) de la cantidad de libros que llevas a estas alturas de año :D. Ayer empecé con el primero de Fundación, ya te diré a ver qué tal.

    Por cierto ¿qué os pasa con los gatos? Me estoy empezando a sentir un bicho raro por no tener (ni querer) ninguno. ¿Es un mandato no escrito en el mundo escribano?

    Nos leemos!

    Un abrazo,
    Alex.

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    1. ¡Hola Alex!

      Gracias por pasarte una vez más.

      Si hubiese existido Amazon en nuestra juventud hablaríamos de otro tema, eso es seguro.
      Veo que el problema está más en como orientamos este tema con las generaciones que vienen por detrás. Hasta que punto no tenemos responsabilidad en ponerle un poco de equilibrio al asunto. Pero, como dices, ni siquiera nosotros estamos exentos de ser atacados por el ogro de la procastinación.
      En cuanto a lo de los libros tengo bastante ventaja. Piensa que trabajo desde casa y eso es un extra muy grande. Además soy un poco espartano en mi organización y leo todos los días de 8 a 9/9,30 (no fallo nunca). Lo importante es disfrutarlos y si se puede aprender mejor. Espero que Fundación te cause el mismo efecto que me causó a mi.

      Un abrazo

      Yon

      PD: lo de los gatos es un tema del que habrá que hablar en algún momento. Yo no tengo (porque mi pareja es alérgica), pero me fascinan, aunque no tengo muy claro porque. Y parece que es algo común entre escritores (da para un post…habrá que investigar)

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  3. Acabo de aterrizar en tu espacio justamente con este artículo y la verdad, olé tu! Yo también estoy leyendo Mientras escribo como parte de un reto literario en mi blog pero me está enseñando una barbaridad. A pesar de que me encantaría, no puedo generar debate contigo porque me queda medio libro por leer, pero de momento ya te tengo en mi lector para seguir cotilleando lo que escribes. Un saludo!

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    1. ¡Hola Laura y bienvenida!

      Me alegra tener otra persona más con la que debatir y que esté leyendo Mientras Escribo.
      Espero que podamos intercambiar opiniones cuando lo termines y que puedas pasarte por aquí siempre que quieras.

      Gracias por la visita y el comentario.

      PD: Suerte y ánimo con tu reto

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