Es curioso como a veces las ideas aparecen por una increíble conjunción de sucesos que no tienen nada que ver uno con otro. Esta vez han sido varios artículos que leí la semana pasada, una de mis aficiones —creo que tengo demasiadas— y un mensaje de WhatsApp. Así son las cosas.

Supongo que, como humanos estándar, tendemos a buscar respuestas a cosas que probablemente se respondan mejor con un “pues porque sí”, pero hay veces que la respuesta aparece de un forma tan casual —y graciosa— que es mejor no pasar por alto la oportunidad.

La revelación —a escala mística y transhumana— incluye un artículo de Rocío Vega —en dos partes—, mi aficción por el baloncesto —siento ser escritor y que me guste el deporte, de verdad que lo siento, pero soy así— y la habilidad de mi amigo Pepe Pedraz para ponerme sobre la pista de cosas que ni siquiera sé que están ahí.

Te aviso que en el post hay algo de filosofía, mi particular forma de ver las cosas y unos tíos muy altos —y tochos— que juegan al baloncesto como no lo haré en mi vida.

La semana pasada, a raíz del post de Rocío —en el que trataba de ayudar a cierto tipo de escritores—, me puse a bucear por la red en busca de algo que me llamaba la atención:

¿Qué tipo de escritor soy?

Sí. Haceros la pregunta, pero de verdad.

Buscando referencias a las que agarrarme encontré un montón de artículos al respecto —uno de Gabriella Literaria que ya había leído y que es genial, como no, y otro de Ana Katzen que también había leído y pasado, por despistado, por alto—.

Hay muuuuuucha info al respecto, solo hace falta que pongáis “tipos de escritor» en San Google y a pastar.

Pero cuanto más leía más me daba cuenta de la dificultad de definirse a uno mismo. O por lo menos cuando solo atendemos a la parte en la que estamos delante del ordenador —o del cuaderno de notas—. Porque escritor se es durante todo el día,  hay una forma de mirar a las cosas —en modo página de descripción— cuando te dedicas a escribir.

Es algo que tiene más que ver con tu forma de enfrentarte a las vicisitudes de la vida —siempre he querido usar esa frase— que a lo que finalmente reflejas en tus palabras.

¿Y lo del baloncesto?

Pues es algo que me gusta bastante, juego de vez en cuando —he engañado a un par de amigos para jugar una noche por semana— y la semana pasada estaba viendo un resumen de la NBA —están en playoffs— y me hizo gracia comprobar que también ahí hacían clasificaciones y comparaciones que curiosamente coincidían —algunas de manera casi directa— con los tipos de escritor.

Y de nuevo me vino a la mente eso de:

¿Y si la forma de enfrentarnos a la vida nos define como profesionales en nuestro sector?

Pues os dejo aquí mi reflexión en 5 formas de enfrentarse a la escritura —y su relación con el baloncesto—.

Modo MVP (Most Valuable Player)

El tipo al que enfocan todas las cámaras, el que se lleva todos los titulares y el que da igual lo que haga —bueno o malo— que acapara toda la atención mediática.

¿Os suena?

Bueno, los que pasáis por el blog seréis de esos que pasáis también por librerías o por la kindle store de Amazon. Y seguro que siempre que pasáis por las estanterías observáis los mismos nombres (con honrosas excepciones). ¿Vaya mierda eh? Qué injusta es la vida, ¿no?

No digo que no exista alguno que haya llegado allí por un golpe de suerte, pero la gran mayoría de ellos están ahí porque se han dejado la sangre, el sudor y las lágrimas por el camino.

J.K. Rowling sufrió hasta 12 rechazos de editores antes de ver publicada su primera novela de Harry Potter. Podéis leer Mientras Escribo de Stephen King y ya me contáis que os parece eso de que ahora venda tropecientosmil libros.

Muchos de los top de hoy en día tienen historias similares (salvo El Rubius, pero eso da para otra entrada)

Un MVP tiene suerte, pero sobre todo perseverancia, fe en lo que hace y lo más importante:

Un objetivo claro y diáfano.

“Voy a vivir de esto sí o sí”

Curioso el caso del MVP de la NBA.

Russell_Westbrook_2012_USASí, es este tipo. Es un bad boy de esos, tiene una historia interesante detrás y un montón de cagadas a sus espaldas, pero ahí lo tienes.

Modo Dandy

Es muy parecido al anterior, con una ligera diferencia. Es muy bueno en lo que le gusta y bastante perezoso en lo que no.

Esto también os suena, no seáis mentirosos.

A todos nos gusta ese periodo precioso y lleno de flores llamado edición, en el que sacas a relucir tus miserias como escritor, ¿verdad?

Hay gente que opina que la escritura debe funcionar de ese modo, que hay que crear algo bonito, original, diferente y que con eso basta. Y hay buenos ejemplos de ello y, aún a riesgo de meterme en un pantano importante, me atrevo con dos de mis libros favoritos: El señor de los anillos y El nombre del viento.

Me atrevería a decir —con muchas comillas— que Rothfuss y Tolkien se acercan a un perfil dandy. Ese tipo de escritor perfeccionista que busca el detalle con ansía y que, quizá, no se da cuenta de que hay otras cosas también importantes.

Porque nadie puede discutir que la palabra Worldbuilding adquirió proporciones épicas con Tolkien, pero el dinamismo no es su fuerte; al igual que no se puede decir que el libro de Rothfuss no sea una maravilla, pero que llevemos esperando la tercera parte “ya he perdido la cuenta” de años, no ayuda mucho.

Hay veces que hay que decidirse a terminar las cosas y para ello hay que hacer concesionesGabriella lo explica mucho mejor—.

Este es el Dandy de la NBA.

James_Harden_Rockets_croppedUn tipo con un arsenal ofensivo como pocos, pero lo de defender ya para otro día.

Modo martillo pilón

Todos tenemos en mente a ese escritor que se mueve como pez en el agua en un género concreto, casi como si lo hubiese inventado él. Y lo demuestra una vez tras otra: venga a sacar libros, venga a generar hype con respecto a un mundo que se ha inventado y que no deja de crecer.

Diría que los dos ejemplos más claros son Lovecraft y Pratchett. Dos escritores que casi han inventado dos géneros específicos: el terror weird —del que R.R. Lopez se hace eco en un artículo de Jaume Vicent— o el humor con moraleja, del bueno de Terry.

Toneladas de perseverancia, muchísima fe y una resistencia elevadísima a la crítica.

Da igual lo que piense la gente, creo en mi producto y en mi fórmula de venta.

Quizá la característica más importante de este forma de enfrentarse a la escritura es comprender que no es necesario gustar a todos, incluso quizá a muy pocos, pero que eso no es motivo suficiente para parar de trabajar en lo que uno cree.

Pues este es el gran Lebron James.

LeBron_James_3408968580Amado por muchos, odiado por otros tantos. Te gustará o no, pero te machaca: una vez, y otra, y otra, y otra…

Modo sexto hombre

Sí, señores y señoras. A todos nos gustaría ser de los tres de arriba, pero no siempre es así, por mucho que nos empeñemos.

Siempre hay alguien con más talento, más experiencia o más capacidad para venderse. La vida es así.

Pero no por ello debemos dejar de escribir y hacerlo de la mejor manera posible.

Un sexto hombre, en baloncesto, es ese jugador con mucha calidad, pero no la suficiente como para colarse en el quinteto titular. Es amado por sus compañeros —porque es muy majo, pero también porque no es una amenaza—.

En este caso no puedo utilizar la referencia de un escritor de fama mundial, pero seguro que tenéis en vuestra estantería un libro que os parece maravilloso de un escritor/a que os encanta y que pensáis que esta infravalorado (a mí me pasa con John Scalzi, por ejemplo).

Un sexto hombre disfruta con lo que hace y trata de mejorar con su escritura cada día, pero quizá lo más importante que tiene en cuenta es que quizá nunca llegué a ser ninguno de los otros, pero eso no le va a quitar más energía de la necesaria.

Tengo un montón de ejemplos en la NBA de este tipo de jugador, pero me quedo con mi favorito: Kyle Korver.

20140814_World_Basketball_Festival_Kyle_Korver_cropSi es que da penita y todo. Calladito, deseoso de poder ayudar y siempre preparado para que el entrenador le ponga en el campo.

Modo de aquí

Y ha llegado el momento de hacer un poco de crítica social y nacional.

Seguramente este tipo de escritor aparezca en otros países, pero en el nuestro es endémico.

¡Cómo voy a escribir ciencia ficción si soy español!

La cifi —también válido para el resto de géneros— está reservada a los anglosajones —y ahora a los chinos—. ¡Eso lo sabe todo el mundo! Y en nuestro país nos encargamos de recordarlo a todas horas.

¡Venga, por dos mil pesetas la respuesta!

Escritores españoles, conocidos, de ciencia ficción.

Escritores españoles, conocidos, de fantasía.

Escritores españoles de fama mundial (vivos).

giphy-36A algunos os da para ir a cenar al burguer, como mucho.

Y vale que gran culpa de eso la tenemos los propios escritores: falta de autoestima, carencia de paciencia, necesidad de destacar desde el minuto uno.

Pero no podemos decir que valoremos especialmente el producto nacional. Somos bastante más críticos con lo propio que con lo ajeno.

¿Y eso está mal?

No, si esta fundamentado, como siempre.

He podido leer, durante este año en el reto lector, un montón de libros de autores nacionales, casi todos maravillosos y casi todos tremendamente desconocidos. En eso los anglosajones nos ganan por goleada, porque aunque lo que hagan sea un asco, ellos lo veneran y lo promocionan como si aportase al PIB —que en realidad lo hace—.

Si te sientes de este modo, mi consejo es que mires a mi el ejemplo de la NBA de este tipo de orientación a la escritura.

Pau_Gasol_boxoutLe dan más palos en nuestro país que en ningún lado, pero ¿tú tienes dos anillos de campeón? ¿Ah no? Pues ahí tienes un ejemplo de superación.

Y hasta aquí el curioso caso de la lista ecléctica.

¿Con qué modo te sientes más identificado?

Sea cual sea, recordad que estáis aquí por un motivo —y no es el baloncesto—, así que…

¡Nunca dejéis de escribir!

2 comentarios en “5 modos de enfrentarse a la escritura

  1. ¡Me encanta!
    Yo creo que aspiro a ser sexto hombre. De hecho, estuve muchos años sin escribir cuando me di cuenta de que nunca sería uno de los tres primeros. Luego me di cuenta de que podía haber sitio para otros y volví a escribir. Ahora tengo dos novelas publicadas y estoy escribiendo la tercera 🙂
    ¡Saludos!

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